La cara B de los halagos
¿Te has parado a pensar que la mayoría de las veces que decimos halagos a alguien nos basamos en su físico? “Qué guapa estás” “qué bien te queda ese vestido” “qué cuerpazo se te está quedando desde vas al gimnasio” y un largo etcétera de piropos que decimos a diario sin pararnos a reflexionar sobre las implicaciones que pueden llegar a tener. Y todas estaréis pensando que a quién no le gusta recibir un comentario positivo de vez en cuando, o cómo puede subirnos el ánimo escuchar lo monas que estamos ese día que estamos de bajón, pero qué me decís de cuando hemos cogido peso y de repente nadie te dice lo bien que te sienta la ropa o, en todo caso, se limitan a decir “esa blusa te disimula muy bien la barriga”. ¿No preferirías que te dijeran un “me lo paso genial contigo”, “me transmites mucha confianza”, “qué divertida eres” o un “eres luz”? Muchas veces felicitamos a las personas por aspectos relacionados por su aspecto físico, por cosas que, en muchas ocasiones no pued...